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Cada uno de nuestros cursos se enmarca con clases magistrales de Historia del Arte. Así que, por respeto a mis alumnas, no voy a desvelar todo lo que sé de Gaudí, pero sí voy a dar información altamente interesante en este artículo.

Las investigaciones sobre Gaudí se centran principalmente en su obra arquitectónica, por supuesto, justificadamente. Encontramos muy pocas investigaciones sobre su extraordinario mundo interior, del que emana una arquitectura creativa y con soluciones arquitectónicas que producen admiración y desconcierto al mismo tiempo. Entender a Gaudí no es fácil y exige despojarse de ideas preconcebidas.

La obra arquitectónica de Antoni Gaudí es admirable: la geometría, la matemática, la técnica constructiva, el uso innovador de materiales, el concepto de la luz y del color, etc. Gaudí fue un hombre apasionado, sensible, constante y creativo en su trabajo. En definitiva, único como arquitecto y como persona. 

Gaudí, como humanista y modernista que fue, hace que su obra se contemple como un todo. Según Gaudi: «La arquitectura es el único arte que puede comprender y abarcar a todas las demás artes».  Por ello hoy en día, su obra, aún se considera internacional, atemporal y original. Gaudí decía que: «Toda obra de arte ha de ser seductora, si no, no es obra de arte.»

Gaudí consideraba que la ornamentación o decoración no determinaba una forma. Más bien al contrario. El sistema decorativo y los elementos constructivos forman parte al mismo tiempo de un todo orgánico que está vivo. Lo que le entusiasmaba a Gaudí eran las formas de la naturaleza, que llevó al límite tanto en la estructura de sus edificios como en el mobiliario, los vitrales, la forja, el mosaico etc.

En el universo de Gaudí encontramos lo posible y lo imposible; lo invisible y lo visible; lo material y lo espiritual. Aunque en ocasiones puede parecer que no es del gusto de todos. La complejidad coherente, es uno de los rasgos más atractivos de su obra. El arquitecto ha sido y es, un reto constante para las futuras generaciones y parece que vio siempre más allá de lo que nosotros podemos ver, incluso hoy en día.

Sus obras son como un bombardeo de ideas, soluciones e impactos, difíciles de digerir cuando no entendemos lo que expresan. Se acepta que puede gustar o no, pero la crítica sin fundamento no es aceptable.

Concepción Peig, dice en una hermosa frase: “Gaudí miraba hacia la naturaleza como aprendiz. Gaudí es el aprendiz de Dios Creador. De la naturaleza aprendió Gaudí que las piernas separadas se sostienen mejor que unidas. De ahí las columnas inclinadas. Y que la línea recta no existe, descubriendo la potencialidad constructiva de los paraboloides helicoidales”. Dijo Gaudí: “Todo sale del gran libro de la naturaleza”

A Antoni Gaudí le fascinaba el mar Mediterráneo, elemento que sintetizaba las tres dimensiones del espacio. Le enamoraba su luz  y le emocionaba que en él se hubiera desarrollado la cultura griega que tanto admiraba y le inspiraba. Gaudí dijo que “la Sagrada Familia era un templo Helénico del Gótico Mediterráneo”.

En este artículo has aprendido la base para entender lo que buscaba y lo que pretendía Antonio Gaudí con su obra y con su técnica del Trencadís. 

Marta Eri Rufat
Historiadora | Arqueóloga | Restauradora de Mosaico

Trencadís BCN – Escuela de Mosaico de Barcelona

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